El tratamiento de primera elección para la apnea obstructiva del sueño siguen siendo los equipos de presión positiva (automáticos, fijos, binivel) actualmente existen diferentes marcas trabajando en estos dispositivos, más pequeños, con menor sonoridad, con mejor confort, más amigables para el usuario e incluso con control a distancia del mismo por parte de los trabajadores de la salud.

De igual manera las mascarillas han tenido gran evolución, con válvulas espiratorias de alivio y materiales hipoalergénicos que favorecen el apego de los usuarios. La meta es reducir los eventos de disminución del calibre de la vía aérea o pausas respiratorias durante el sueño, la reducción de la somnolencia diurna, así como la mejoría de parámetros clínicos como el peso corporal o la tensión arterial entre otros.